
Eres una nube blanca
que transformada en rocío
vino a quitar todo el frío
que surgía en mi corazón.
Te debo mucho, mi vida;
eres como la esperanza;
satisfecha tu venganza,
me adoras mucho, querida.
La ilusión que por ti siento
me hace saltar de alegría
y perdona que me ría
ya que me siento contento.
Espero decirte un día
que eres dulce cual la miel
y que me das armonía
para serte siempre fiel.
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