lunes, 14 de marzo de 2011

PUNDONOR



No siempre el pundonor gana en paciencia,

la súbita dulzura es su desvío,
permite la frescura en tu navío,
con peso del honor en prominencia.

No siempre el deshonor gana a la ciencia,
en tesis de cultura no varío,
y el ras de tu ternura solo mío,
me hace ser un tenor de mi conciencia.

No siempre llegará honor al vacío;
ni cambia su figura por la esencia
ni muere en deshonor por el rocío.

Se precia como altura en reverencia,
se duele Leonor de su atavío,
no deja la atadura en mi presencia.

--o--

No siempre el ruiseñor morirá umbrío,
él es blancura, mago de mi ausencia,
atrás de la negrura y la impotencia,
hay falso y mal señor de puro frío.

No siempre el buen señor vive sombrío,
tiene ventura pero más paciencia,
loca aventura, por demás ausencia,
no siempre el ruiseñor vive de hastío,

ni de luz ni censura de conciencia,
no siempre miento amor, ¡amor que río!,
pues, hay una cisura de abstinencia.

Recuerda que el temor procaz enfrío,
que no muevo incultura por esencia,
¡no siempre el resquemor rompió mi brío!

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