lunes, 21 de noviembre de 2011

A MI AMADA (DÉCIMA PERSANTO)


Quisiera verte amor mío,
sentada entre seda y oro
para decirte, tesoro,
que no me muero de frío
gracias a dulces cuidados
que me dejas con los vados
recorridos en verano
en camino de secano,
donde te besé aquel día
cuando llegó el mediodía.

Cuando llegó el mediodía
yo te besé todo el labio
con un beso que fue sabio
pues, supe que te quería,
tu suspirar lo respiro
y con eso me retiro,
pues no es digno caballero
el que abusa de severo,
cuando se ama de veras
¡porque eliges al que quieras!

Cuando te miré de noche,
estabas como una diosa,
te parecías a una rosa
como espina por reproche.
Por eso te amo con bríos
como la lluvia a los ríos,
como el florero a las flores
como letra a directores,
como aman los caballeros,
¡quienes siempre son sinceros!

No hay comentarios:

Publicar un comentario